El elenco marplatense cayó 4 a 1 ante Atlético Miramar y recibió el primer gol a los 13 segundos de partido. Le costó una enormidad crear juego y siempre sufrió ante un rival muy inteligente que aprovechó todas las ventajas.
Por Hernán Espinosa
Corresponsal en Miramar
Con grandes ilusiones, aunque sabiendo que tenía un escollo duro por delante, llegaba Banfield el domingo a Miramar para medirse con un Atlético que reforzó su plantel con interesantes jugadores para afrontar de la mejor manera este Torneo Federal C.
Todo fue complicado desde el inicio para el elenco dirigido por David Mariscal, ya que a los 13 segundos de partido Briones perdió la pelota en la salida, Petti la robó y se la dio a Alé Pérez que con un remate bajo y cruzado desde fuera del área venció a Rando.
Si hay partidos donde sale todo al revés, para el equipo portuense este fue un fiel reflejo de ello, porque sufrió el golpe inicial y nunca logró reponerse. La presión del local fue constante y en pocos minutos Petti tuvo el segundo pero la pelota se fue desviada.
Igualmente, el visitante siguió lento e impreciso en la salida y a los 13 minutos, Braian Molina envió un centro cruzado que encontró nuevamente sólo en el corazón del área a Alé Pérez, quien con un cabezazo puso el segundo ante una defensa que no hacía pie. Al rato, el propio Molina tuvo el tercero pero el palo se lo negó.
Todo se hizo muy cuesta arriba para Banfield que seguía sin encontrar un rumbo futbolístico. La voluntad de Briones abría una señal de esperanza pero eran sólo eran arrestos individuales. Mackencie no aparecía, la pelota siempre era mejor manejada por el rival y el arco de Gil, que se mostró seguro siempre, no corría riesgo.
Las bandas eran muy bien utilizadas por Atlético con el gran despliegue y aporte ofensivo de Camargo y Armenteros que cuando perdían el balón retrocedían rápido para cubrir muy bien las espaldas. El achique desde la primera línea, sumado al aporte de Famá y Molina también eran correctos por lo que la victoria de los dirigidos por Caldeira se justificaba con creces.
Otra siesta
El arranque del segundo tiempo fue un calco de la etapa inicial, ya que Armenteros desequilibró por izquierda y mandó un centro cruzado al segundo palo donde Ezequiel Petti conectó el balón de cabeza y dejó sin chances al arquero. De no creer, iban sólo 20 segundos y el partido estaba sellado porque a pesar de algunos cambios implementados por Mariscal, inclusive subiendo al experimentado Roselli al medio campo, no dieron resultados. Su equipo siguió siendo tibio y nunca dio señales de reacción.
Otra pelota perdida en el medio y un pase quirúrgico de Franco Famá le permitieron a Alé Pérez anotar su hat-trick en una tarde soñada para el otamendino.
Todo se oscureció más para Banfield, cuando Montes vio la roja por hablar de más a poco de ingresar por Riveira. El descuento de Andrade llegó a 15 minutos del final, como no podía ser de otra manera en una jugada individual y sólo para decorar un 4 a 1 contundente.
Mariscal deberá trabajar demasiado en la semana para recuperar el nivel de un equipo que nunca estuvo a la altura de las circunstancias. Ahora viene El Defe de Vivoratá para cerrar la fase y comenzar a planear el futuro en el Federal C.